Trasiego…

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Las horas se me escu­rren
En tan hon­da tris­te­za
y sin embar­go el sol
bri­lla todos los días.
Mis manos se dis­po­nen
y labo­ran sus horas
y dejan hue­llas leves
tejien­do iti­ne­ra­rios.
Mi cora­zón se par­te
desan­gran mis arte­rias
en su mapa de enig­mas
por umbríos rin­co­nes.
Sin embar­go mis ojos
cons­tru­yen nidos tibios
Mi volun­tad labrie­ga
inau­gu­ra razo­nes.
Amo la vida –aún esta
tran­sida de dolo­res-…
Cada maña­na es ala
Cada tar­de es un vue­lo
Y cada medio­día
una mesa ten­di­da
con el pan ama­sa­do
por dedos de ter­nu­ra
y el cán­ta­ro del agua
pro­di­gan­do fres­cu­ra.
Siem­pre aguar­do las noches
sus estre­llas silen­tes
su man­se­dum­bre cau­ta
alum­bra­da de gri­llos
Enton­ces el alma dice
“habrá nue­va albo­ra­da
luces en la mira­da
y en la arte­sa que­ri­da
hari­na y leva­du­ra”

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Maestra, titiritera, narradora. Dirige desde hace veintisiete años la Escuelita de Títeres –provincial, pública- de Montecarlo, Misiones, el pueblo donde nació, cuando bostezaba la primavera de l958. Escribe por gusto y oficio. Prefiere la Lírica. Cuando elige poesía con métrica va por los caminos del Haiku, las Tankas, Katuatas, Chokas, Sedokas , bussokusekika…porque la seducen los desafíos de la síntesis bella de la lírica de tradición oriental. Para los niños, poesía rimada, con el ritmo ágil del verso de arte menor. Muchas veces –las más- opta por el verso blanco o libre, por su hondura, su sobriedad, su libertad sugerente. Cree que la Educación por el Arte es una buena oportunidad para la Paz, y por eso la ejerce todos los días, con entusiasmo.