(Artículo escrito por el presidente de la Casa Paraguaya de Posadas, Ernesto Paniagua)
Todo comenzó un 15 de agosto de un lejano 1537, cuando el capitán Juan Salazar Espinoza de los Monteros y sus hombres desembarcan en la margen izquierda del río Paraguay. El carácter gentil y hospitalario del nativo paraguayo se manifiesta desde el instante mismo en que el conquistador español pone sus pies en la bahía de Asunción. Dice la historia que el capitán Salazar Espinoza de los monteros, es recibido pacíficamente por el cacique de los indios carios que según algunos autores se llamaba KaráKará y paro otros, tal el caso del Dr. Manuel Domínguez, autor del libro “El Alma de la Raza”, el que recibió al conquistador fue el cacique Carduaráz, también de la etnia de los Carios. Cualquiera que haya sido el anfitrión, lo cierto es que el Jefe hispano entabla- seguramente — traductor de por medio, una conversación amistosa con el cacique cario, manifestándole su intención de crear un fuerte al que llamará ” Nuestra Señora de la Asunción”. Y ahí comienza una relación cordial y prolífica porque después de Salazar Espinoza de los Monteros y sus hombres, en los años sucesivos llegan otros contingentes de españoles a colonizar el Paraguay. Y aquí quiero expresarme a través de los versos de Barco de Centenera, para decirles, que al Paraguay vinieron : “ Mayorazgos e hijos de señores.
De Santiago y San Juan llegaron Comendadores. Y desentrañando esas prosas decir: “EL PARAGUAY FUE COLONIZADO POR LA MÁS ALTA NOBLEZA DE ESPAÑA, POR LA MEJOR ESTIRPE, POR LA MEJOR GENTE, DEL MEJOR TIEMPO”. Déjenme repetirles: “ EL PARAGUAY FUE COLONIZADO POR LA MAS ALTA NOBLEZA DE ESPAÑA, POR LA MEJOR ESTIRPE, POR LA MEJOR GENTE, DEL MEJOR TIEMPO”. Y se produce un hecho tal vez inédito para aquellos tiempos; que los altivos, gallardos y orgullosos españoles se mezclen y tengan una relación prolífica con las hijas de los indios carios. Es decir, el noble vasco y castellano mezcló su sangre con la del guaraní. Se produce una simbiosis genética sin igual , que dio origen al “Mancebo de la Tierra”, ESE MESTIZO EXTRAORDINARIO , ESPECIAL Y ORIGINAL que en etapas sucesivas se fue haciendo blanco, porque de acuerdo con la evolución del género humano, tal como se aprende en historia natural, el gen superior reaparece con toda su fuerza y vitalidad en la quinta generación.
En consecuencia, el paraguayo es un blanco atípico, porque hay en su sangre mucho de español, bastante de indígena y como tercer elemento que no pertenece al español ni al indígena en forma separada está EL PARAGUAYO ETÉ , que es ingénitamente único y diferente por aquello de que de “CARACTERES LATENTES” que se entrecruzan o combinan nacen nuevas aptitudes, del mismo modo que en química cuando dos cuerpos se fusionan dan lugar a un tercer elemento químicamente nuevo , que no se parece a ninguno de los dos elementos o cuerpos fusionados. No somos descendientes genéticamente puros de los indios como dicen algunos despectivamente al paraguayo o paraguaya.
Hubo una admirable adaptación entre el vasco o godo con el indígena, adaptación que la antropología a descripto para el caso de la nacionalidad guaraní o de la estirpe paraguaya, como una afinidad o simpatía orgánica y como resultado de esa mezcla prolífica la población del Paraguay creció a un ritmo extraordinario: eran 100.000 habitantes en el año 1800, y sin recibir corrientes inmigratorias , eran 1.300.000 en el año 1862. Aquí quiero detenerme brevemente y aclarar que las primeras corrientes inmigratorias comienzan a llegar al Paraguay después del genocidio perpetrado por la guerra contra la triple infamia que casi hace desaparecer al Paraguay y paraguayo y paraguayas de la faz de la tierra, ya que fue aniquilada casi el 85 % de su población. Las corrientes inmigratorias Comienzan en 1881 con el arribo de los primeros alemanes, entre 1920 y 1930 llegan contingentes de Bielorrusia, Bulgaria, Checoeslovaquia, Polonia, Rusia y Ucrania.
Vuelvo a la descripción de los caracteres del paraguayo eté o verdaderos, desde la fundación de la Ciudad Fuerte de Nuestra Señora de la Asunción y hasta el 1º de marzo de 1870, reitero, el paraguayo eté o verdadero desapareció con el asesinato del Mariscal Francisco Solano López, a partir de ahí en mi modesta opinión se produce una involución y degradación de los caracteres hereditarios de la nacionalidad guaraní. Porque digo esto, porque se perdió el patriotismo, se perdió la identidad, se perdió la dignidad, se perdió el orgullo de ser paraguayo. Pero para comprender lo que estoy diciendo, tenemos que retrotraernos a épocas y fechas remotas que van desde sus inicios y hasta el final de la conflagración siniestra que finaliza como dije antes, el 1º de marzo de 1870. ¿Como era el paraguayo de esos tiempos? , ¿cuáles eran sus pensamientos?, ¿sus sentimientos?, ¿sus sueños?, ¿sus anhelos?, ¿su espíritu de libertad y autodeterminación?.
COMENCEMOS POR SU ESPIRITU DEMOCRÁTICO , DE LIBERTAD Y AUTODETERMINACIÓN
A siete años de su fundación, o sea allá por el año 1544, el Rey Carlos I, luego Emperador Carlos V, reconoció al Paraguay la facultad de designar por la voluntad del pueblo a sus gobernantes en caso de vacancia, o por abusos o atropellos cometido por los funcionarios. El primero en sufrir en carne propia la aplicación de esas facultades por parte de los habitantes de la incipiente ciudad fue el Adelantado Alvar Nuñez Cabeza de Vaca, que fue depuesto, detenido y enviado engrillado a España. Luego se suceden otros movimientos populares como el de los Comuneros bajo el mando de Bernardino de Cárdenas entre los años 1646 y 1651, la de José de Antequera y Castro entre los años 1717 y 1725 y quizás el más importante de todos , el dirigido por el discípulo de Antequera y Castro, Fernando de Mompox y Zayas entre los años 1725 y 1735 , que acuñó el principio con categoría filosófica de que la voluntad del pueblo es soberana y superior a la del monarca. Decía Fernando de Mompox y Zayas:”
La voluntad del común o del pueblo, no reconoce otra superior”. La voluntad del monarca y todos los poderes que de ella derivan , son tantas fórmulas del mismo principio, todos están subordinados a la voluntad soberana del pueblo. Complementa su principio de la soberanía popular diciendo: La autoridad de los comunes, es decir del pueblo, es elemental, permanente, e inalienable. Observen que estábamos recién en los comienzo del siglo XVIII, sesenta años antes de la revolución francesa. El principio de la soberanía popular hecha por tierra el apotegma de que la monarquía como sistema de gobierno era un mandato divino.
Tan importante fue la doctrina formulada por Mompox y Zayas que fue adoptada por algunos revolucionarios americanos como Simón Bolívar y Juan José Castelli como fundamento de sus gestas revolucionarias . Hago esta pequeña reseña porque al paraguayo lo tildaban de bruto, inculto e ignorante. Un pueblo de brutos, analfabetos, incultos e ignorantes no engendra hijos capaces de ideas y pensamientos de carácter filosóficos tan profundos y elevados.
EL ESPIRITU GUERRERO
Vayamos ahora a la aptitud guerrera. El Paraguay desde su mismo origen fue un ejército en campaña. O era guerrero o desaparecía como nación. No quiso desaparecer y se hizo guerrero .Ya lo era por disposición hereditaria o genética.
Decía Taine: Ciertas aptitudes están en la sangre y con ella se transmiten. El Paraguay era un ejército en guerra por la permanente amenaza de los bandeirantes y de la Confederación Argentina Todo los hombres formaban un ejército en permanente campaña, y por ello, por la fuerza de las circunstancias, por ser necesarias para su existencia misma, tenia necesariamente que desarrollar su aptitud guerrera.
LA FALACIA DEL ESPÍRITU SANGUINARIO
Decían que el paraguayo era cruel y sanguinario. Falacia total. El carácter gentil y hospitalario se manifiesta como dije al principio, desde el instante mismo que el conquistador español pone sus pies en la bahía de la margen izquierda del rio Paraguay. Y cuando llega la gesta libertaria se independiza y libera del yugo español , sin derramar una gota de sangre, hecho inédito e irrepetible en todo el orbe. En su generosidad, cuando triunfa en una batalla abraza al vencido como el Cnel Cabañas al Gral Belgrano cuando éste invade el Paraguay. El sargento Duré a la muerte de José Gaspar Rodríguez de Francia, cambia la situación política pacíficamente sin causar ni siquiera un rasguño. Sólo en el Paraguay sucedían así las cosas.
EL PATRIOTISMO Y EL ORGULLO DE SER PARAGUAYO
El Paraguay se independiza y cuando se ve amenazado, se encierra herméticamente dentro de sus fronteras, se aisla, se encapsula .No recibe un solo inmigrante durante casi medio siglo, porque casi medio siglo duró la amenaza de invasión de parte de la Confederación Argentina (hasta 05.07.1852.Tratado Derqui- Varela).
Se formó una unidad monolítica, una cohesión social homogénea y consistente. Los paraguayos pensaban, hablaban, sentían y vivían de idéntica manera. Estaban amalgamados en sus mismas virtudes y en sus mismos defectos, en sus mismos sueños, ilusiones, ideales y esperanzas.
Aquella sociedad de hermanos se hizo celosa e idólatra de su libertad, independencia y soberanía.
El pueblo sin necesidades superfluas era felíz en su sencillez, no había miseria, casi ni pobreza. Lo llamaban el pueblo más felíz de la tierra. No había un solo paraguayo sin hogar.”Cada familia tenia su casa o su choza en terreno propio. Su familia, su valle, su patria y su gobierno, ese era el mundo del paraguayo hasta 1870.
¡Qué familias ejemplares!, ¿ qué profundo respeto por los mayores y hacia los padres.
El respeto por la cosa pública existía hasta en la gente más humilde de la población.
Consideraban un Paraguay libre, soberano e independiente como condición necesaria y suficiente para la felicidad de sus hijos, porque casi todos ellos vieron la luz del día en brazos de la patria soberana. Sin independencia la considerarían sin soberanía y sin soberanía se sentirían sometidos a la voluntad ajena.
Bastaba la sola idea de perder su libertad, independencia y soberanía para excitar su indignación.
También es de resaltar que para amar e idolatrar a la patria , y defender su soberanía se necesitaba valor, y esa cualidad surgía espontánea desde lo más profundo del ser, y salía a raudales por los poros de su piel, cual energía arrolladora y avasallante que se detenía únicamente ante la muerte.
El sentido y amor por la patria le era inculcado a los niños desde su más tierna infancia, en sus primeros balbuceos ya repetían la palabra patria.
Hay una anécdota que pinta de cuerpo y alma al paraguayo del tiempo de Francia y de los López que se consideraba igual a los ingleses, alemanes y franceses. La anécdota está referida a un hecho protocolar. El Dr. Carlos Antonio López envía a su nuevo embajador ante el Reino Unido de Inglaterra y cuando éste se presenta al palacio es recibido por la reina Isabel I , que conforme con el protocolo tenía que levantarse de su trono para recibir las credenciales del embajador, no lo hizo y ordeno a un lacayo que recibiera la credencial. Tiempo después Inglaterra envía al Paraguay a su nuevo embajador, al presentarse en el palacio de gobierno es recibido por Don Carlos Antonio López quien se encontraba sentado en su sillón y con sombrero.
No se levantó de su silla ni se quitó el sombrero para recibir las credenciales del diplomático inglés. Éste escribe a su soberana ofendido por el trato que le dispensó el Presidente paraguayo, lo que motivó que la reina le enviara una nota de protesta por el comportamiento agraviante hacia un representante de su majestad. El Presidente López le responde que cuando él envió a su embajador su majestad incumplió con el protocolo y que por esa razón él también actuó de la misma manera, expresándole que “un ciudadano paraguayo no se siente inferior ni superior a ningún ciudadano del mundo, se siente simplemente su igual.
ASI ERA LA ESTIRPE DEL PARAGUAYO, ESTIRPE QUE MURIÓ CON EL MARISCAL FRANCISCO SOLANO LÓPEZ EL 1º DE MARZO DE 1870, EN EL LECHO DEL ARROYO AQUIDABÁN NIGÜI.
INVOLUCIÓN DE LA NACIONALIDAD Y DESAPARICIÓN DE LA ESTIRPE
Después de esa fecha nada fue igual, desapareció el Paraguay orgulloso, digno y altivo que amaba hasta el paroxismo a su patria, fue reemplazado por los pocos hombres y mujeres que quedaron después del conflicto dirigidos por una clase política sumisa y entreguista, a la que solo le interesaba y les interesa su interés particular. Se produjo una involución respeto de la identidad paraguaya. El Triunvirato que asumió la conducción de los destinos del Paraguay prohibió hablar el guaraní, entregó grandes extensiones de tierras a los extranjeros, por decreto se ordenó conmemorar como fecha patria el 25 de mayo, culpó a los sobrevivientes por el desastre de la guerra.
Lo que quedaba de la otrora orgullosa y progresista nación guaraní , se convirtió en una gran masa de indigentes, mendigos y menesterosos. Con relación a la entrega de grandes extensiones de tierras aún persiste en la actualidad, entregándose miles de hectáreas a coreanos, chinos , japoneses y en especial a brasileños, pero se les niega al campesinado paraguayo un poco de tierra para su subsistencia. Los integrantes de clase política de después de la guerra y la actual, son hartos generosos con los de otros países, pero tacaños y avaros con sus compatriotas.
El espíritu y el sentido de patria pareciera que quedaron esparcidos juntos a los huesos de los miles de hombres y mujeres que perecieron en los campos de batallas de ese genocidio perpetrado contra la nacionalidad paraguaya. No digo que no queden patriotas, quedan, pero lamentablemente muy pocos, quizás en el campesinado del Paraguay profundo, en algunos intelectuales y paremos de contar. En la clase política “mbaeve”; que significa nada nada.
Que mejor, para ir finalizando , recitarles unos fragmentos de la poesía que ese gran poeta argentino llamado Carlos Guido y Spano dedicó al Paraguay casi aniquilado por esa confabulación siniestra de la Triple Alianza. Y que lleva por título NENIA.
En idioma guaraní
Una joven paraguaya
Tiernas endechas ensaya
Cantando el arpa así
en idioma guaraní
¡ Llora , llora urutaú!
En las ramas del yatay
Ya no existe el Paraguay
Donde nací como tú
Llora, llora urutaú.
FINALIZO CON LAS PALABRAS DEL MARISCAL PIETRO BADOGLIO QUIEN DIJO: “ SI HAY UN PUEBLO EN EL MUNDO QUE PUEDE SENTIRSE ORGULLOSO DE SU PASADO, ESE ES EL PUEBLO PARAGUAYO”.