El mundo virtual 5G a un clic

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Un globo terráqueo rodeado de una inscripción manuscrita que dice

Por Marcos Ybáñez y Marcos Ernesto

Des­per­té de la pesa­di­lla de la pan­de­mia del coro­na­vi­rus, pare­cía un náu­fra­go per­di­do del tsu­na­mi de la pes­te, un sobre­vi­vien­te que recu­pe­ra la con­cien­cia del tiem­po, lue­go del lar­go encie­rro en mi hogar, que se con­vir­tió en una isla vir­tual. Nun­ca ima­gi­né que el uni­ver­so se para­li­za­ría fren­te a un virus. Miré el calen­da­rio que decía año 2020 ‑siglo XXI. Las risas, los fes­te­jos, abra­zos, des­apa­re­cie­ron como fue­gos arti­fi­cia­les al des­pe­dir el 2019. Nadie se ima­gi­nó que toca­ría a nues­tra puer­ta el año de la pes­te.

Salí a la calle, no podía reco­no­cer el vecin­da­rio, la ciu­dad don­de nací y cre­cí sin­tién­do­lo pró­xi­mo, par­te de mi vida, pero el mun­do tal como lo cono­cía ya no exis­tía. Extra­ño los salu­dos con apre­to­nes de manos, los abra­zos, y besos, que aho­ra esta­ban prohi­bi­dos, por­que con­ta­gian de amor a la huma­ni­dad. En su lugar había otro mun­do, infec­ta­do del virus del indi­vi­dua­lis­mo, don­de las per­so­nas guar­dan una fría dis­tan­cia social, como si fue­ran robots, pare­ci­dos a los miles de ami­gos vir­tua­les de las redes socia­les, pero en la vida real cru­za­ban ante mí como extra­ños, pese a que el coro­na­vi­rus iba dis­mi­nu­yen­do, pero seguían infec­ta­dos del peor virus, el mie­do.

Cubrí mi ros­tro con el bar­bi­jo, el pelo lar­go des­pei­na­do me hacía lucir como miem­bro de algu­na ban­da de asal­ta ban­cos, o un ex pri­sio­ne­ro. Fue como resu­ci­tar a un siglo futu­ro, me man­tu­ve conec­ta­do con el mun­do exte­rior duran­te la cua­ren­te­na a tra­vés del celu­lar, la compu­tado­ra, asis­tien­do a video con­fe­ren­cias y el uso de la pla­ta­for­ma zoom me sir­vió para orga­ni­zar el encuen­tro gru­pal. Mi nue­vo uni­ver­so tuvo un giro ines­pe­ra­do, de las rela­cio­nes inter­per­so­na­les a lo vir­tual.


¡Bienvenidos al nuevo mundo digital 5G!


El mun­do a un clic, al pul­sar el botón o la tecla. Soy un nave­gan­te que des­cu­bre en su via­je el pla­ne­ta vir­tual. En las calles los autos se des­pla­zan sin con­duc­tor y los robots tra­ba­jan en red en diver­sas acti­vi­da­des que antes hacían los huma­nos, ingre­sa­mos en la nue­va era tec­no­ló­gi­ca de la reali­dad vir­tual, de comu­ni­ca­ción glo­ba­li­za­da que echó por tie­rra las fron­te­ras físi­cas y cul­tu­ra­les, con sus ciu­da­des inte­li­gen­tes, medios de trans­por­te más segu­ros. Pare­ce una pelí­cu­la de cien­cia fic­ción en ple­na pan­de­mia, pero es el mun­do digi­tal futu­ro en el pre­sen­te. Mara­vi­lla­do pre­gun­té qué tec­no­lo­gía usa­ban y me mira­ron extra­ña­dos, como si me hubie­ra que­da­do pri­sio­ne­ro del pasa­do en cuan­to a avan­ces tec­no­ló­gi­cos. ¡Bien­ve­ni­do al mun­do vir­tual 5G!, decía un robot que desin­fec­ta­ba luga­res públi­cos, mane­ja­do por con­trol remo­to para pre­ve­nir el rebro­te de la pan­de­mia.

Gra­cias a unos ante­ojos de reali­dad vir­tual, el teles­pec­ta­dor asis­te a un par­ti­do de fút­bol des­de su casa como si estu­vie­ra en la can­cha, sin nece­si­dad de mirar un tele­vi­sor. Los robots son capa­ces de hacer ciru­gías del cora­zón bajo con­trol remo­to, aún a kiló­me­tros de dis­tan­cia. Los cam­pos se sem­bra­ban no solo de tri­go, sino de peque­ños chips que con­tro­lan todas las fae­nas, des­de el rie­go a la reco­lec­ción con trac­to­res auto­ma­ti­za­dos.

La nue­va tec­no­lo­gía ultra rápi­da per­mi­te que el telé­fono móvil se conec­te a mayor velo­ci­dad que el orde­na­dor de casa, 10 veces más rápi­do que con 4G, des­car­gar una pelí­cu­la, músi­ca, videos, en segun­dos, ver la tele­vi­sión en cual­quier lugar o visi­tar otro país des­de el salón gra­cias a la reali­dad vir­tual. Las fábri­cas son inte­li­gen­tes con la auto­ma­ti­za­ción de los pro­ce­sos, pero sus­ti­tu­ye al tra­ba­ja­dor.


La guerra fría tecnológica


La revo­lu­ción tec­no­ló­gi­ca del 5G lle­gó de orien­te y hace esta­llar la gue­rra fría entre Esta­dos Uni­dos y Chi­na (occi­den­te va per­dien­do la bata­lla), infor­man varios medios de comu­ni­ca­ción en el mun­do. Las tapas de los dia­rios se hacen eco del ini­cio de un nue­vo orden mun­dial tec­no­ló­gi­co lide­ra­do por el gigan­te asiá­ti­co. “La carre­ra por el 5G es una carre­ra que EEUU tie­ne que ganar”, ha seña­la­do Trump. Con­ci­be este tema como un asun­to de segu­ri­dad nacio­nal. Todo indi­ca que Trump no sólo per­dió la bata­lla, sino la gue­rra con­tra Chi­na, sin que este país dis­pa­re un solo misil.

Las gue­rras de este siglo no son con­ven­cio­na­les, sino tec­no­ló­gi­cas, mediá­ti­cas, comer­cia­les y polí­ti­cas. Duran­te la pan­de­mia en Chi­na se logra con­tro­lar el coro­na­vi­rus con el uso de las nue­vas tec­no­lo­gías. No se tra­ta sólo de una gue­rra sani­ta­ria, comer­cial o tec­no­ló­gi­ca.

La Gue­rra Fría del siglo XXI está mar­ca­da por el con­trol de la tec­no­lo­gía 5G, la quin­ta gene­ra­ción de ban­da ancha que per­mi­ti­rá una inter­co­ne­xión entre máqui­nas y per­so­nas como nun­ca antes se vio en la His­to­ria de la huma­ni­dad. Esta­dos Uni­dos y Chi­na se enfren­tan en esta cuar­ta revo­lu­ción indus­trial que deter­mi­na­rá la nue­va poten­cia mun­dial de las pró­xi­mas déca­das.

Trump bus­ca crear un enemi­go real o ima­gi­na­rio para su gue­rra elec­to­ral. Una con­fron­ta­ción con Chi­na le suma pun­tos a nivel interno, pero le res­ta fuer­zas y com­pe­ti­ti­vi­dad en el comer­cio, por­que las empre­sas de su país nece­si­tan de esta nue­va tec­no­lo­gía para ope­rar. Y la tec­no­lo­gía la tie­ne la empre­sa Hua­wei, de Chi­na. Mien­tras EEUU acu­sa a Hua­wei de ser un agen­te de espio­na­je del gobierno chino, Washing­ton ha uti­li­za­do gran­des empre­sas tec­no­ló­gi­cas esta­dou­ni­den­ses –entre ellas Apple, Goo­gle y Yahoo– duran­te años para acce­der a sus sis­te­mas y poner en mar­cha pro­gra­mas de espio­na­je, tal y como salió a la luz tras las fil­tra­cio­nes de Edward Snow­den, ex ana­lis­ta en la Agen­cia de Segu­ri­dad Nacio­nal de EEUU (NSA).

El avión chino con la tec­no­lo­gía 5G des­pe­gó mucho antes que Esta­dos Uni­dos y Euro­pa, que lo siguen en carre­ta. El lide­raz­go tec­no­ló­gi­co de las redes 5G es de la empre­sa chi­na Hua­wei . “Fui­mos los pri­me­ros a nivel mun­dial, en la pri­me­ra mitad de 2018, en poner a dis­po­si­ción de nues­tros clien­tes una red 5G com­ple­ta extre­mo a extre­mo. Eso nos per­mi­te lide­rar el volu­men de sumi­nis­tro de esta­cio­nes base 5G”.

Pien­so en una par­te de la pobla­ción del pla­ne­ta que ama­ne­ce y ano­che­ce con ham­bre, sumi­da en la pobre­za, exclui­da del desa­rro­llo tec­no­ló­gi­co, ellos for­ma­rán par­te de los millo­nes de anal­fa­be­tos digi­ta­les de la peri­fe­ria del mun­do, que no podrán entrar en este uni­ver­so vir­tual y que­da­rán fue­ra del sis­te­ma glo­bal digi­tal. Son los sobre­vi­vien­tes del capi­ta­lis­mo, los dese­cha­bles del mer­ca­do. Si antes les cos­ta­ba lle­var a sus hijos a las aulas pre­sen­cia­les, aho­ra les resul­ta más difí­cil a los tra­ba­ja­do­res pobres hacer que sus hijos par­ti­ci­pen de las aulas vir­tua­les, al no tener acce­so a inter­net.


Mitos y verdades sobre la tecnología 5G


La pan­de­mia de las “fake news”

Seguí nave­gan­do y explo­ran­do el uni­ver­so digi­tal des­co­no­ci­do que se abría a mis ojos. La tec­no­lo­gía 5G está en boca de todos. La pan­de­mia de las “fake news” ali­men­ta el mie­do en el mun­do sobre la tec­no­lo­gía 5G, hay Gobier­nos que ace­le­ran su ins­ta­la­ción y otros que recha­zan, per­so­nas que hacen cir­cu­lar mitos de que sus ondas irra­dian, a tra­vés de sus ante­nas el cán­cer, curas que advier­ten que el 5G vie­ne del mal, o que la tec­no­lo­gía se usa­rá para espiar a los ciu­da­da­nos. Pero cuál es la ver­dad?. Cono­ce los mitos y ver­da­des sobre la tec­no­lo­gía 5G.

¿Qué es la tec­no­lo­gía 5G?

El 5G es la nue­va tec­no­lo­gía móvil que aumen­ta­rá la velo­ci­dad de cone­xión, redu­ci­rá al míni­mo la laten­cia (el tiem­po de res­pues­ta de la web) y mul­ti­pli­ca­rá expo­nen­cial­men­te el núme­ro de dis­po­si­ti­vos conec­ta­dos. En otras pala­bras: esta­re­mos conec­ta­dos a todo, todo el día, y en el menor tiem­po posi­ble. En Wuhan, Chi­na, esta tec­no­lo­gía sir­vió a la medi­ci­na moder­na para sal­var miles de vidas. Tam­bién, otros paí­ses de Euro­pa están imple­men­tan­do esta herra­mien­ta tec­no­ló­gi­ca en sus ser­vi­cios de emer­gen­cia sani­ta­ria para com­ba­tir el coro­na­vi­rus.
La fir­ma de tec­no­lo­gía y tele­co­mu­ni­ca­cio­nes ZTE desa­rro­lló jun­to a la ope­ra­do­ra Sichuan Branch, una com­pa­ñía de Chi­na Tele­com, el pri­mer diag­nós­ti­co remo­to con la tec­no­lo­gía móvil 5G del nue­vo tipo de neu­mo­nía cau­sa­do por el coro­na­vi­rus.

¿Es peli­gro­so el 5G?

“Los estu­dios rea­li­za­dos has­ta la fecha no indi­can que la expo­si­ción ambien­tal a los cam­pos de RF (radio­fre­cuen­cia) aumen­te el ries­go de cán­cer o de cual­quier otra enfer­me­dad”, afir­ma la OMS.

De momen­to, con los estu­dios cien­tí­fi­cos en la mano, pare­ce que el 5G trae­rá más bene­fi­cios que pro­ble­mas, según el Natio­nal Geo­graphic.

Es un paso con­si­de­ra­do his­tó­ri­co para la huma­ni­dad, una ver­da­de­ra revo­lu­ción tec­no­ló­gi­ca, que posi­bi­li­ta­rá el uso de la inte­li­gen­cia arti­fi­cial, para lograr una comu­ni­ca­ción ins­tan­tá­nea entre máqui­nas y seres huma­nos en la bús­que­da del desa­rro­llo. Esta nue­va tec­no­lo­gía ya está entre noso­tros y for­ma­rá par­te de nues­tra vida coti­dia­na, quie­ra o no Trump, o los gru­pos fun­da­men­ta­lis­tas, que se opo­nen sin razón cien­tí­fi­ca a las nue­vas tec­no­lo­gías. El 5G está comen­zan­do a estar pre­sen­te en paí­ses como Chi­na, Ingla­te­rra, Corea del Sur, Ale­ma­nia, Rusia, Esta­dos Uni­dos, Espa­ña, Ita­lia, Irlan­da, Aus­tra­lia.

En Amé­ri­ca Lati­na, Uru­guay es el pri­mer país en con­tar con la tec­no­lo­gía 5G, des­de abril de 2019 por medio de la empre­sa Antel y con el sopor­te de Nokia, en las ciu­da­des de Mal­do­na­do y Nue­va Pal­mi­ra. Otros paí­ses como Bra­sil, Méxi­co, Argen­ti­na, Colom­bia, Chi­le y Perú están rea­li­zan­do prue­bas con tec­no­lo­gía 5G des­de el 2016, en las que par­ti­ci­pan ope­ra­do­res de tele­fo­nías móvi­les loca­les, con el obje­ti­vo de brin­dar el ser­vi­cio a los usua­rios des­de este 2020 y 2023.

Que­man ante­nas 5G en Rei­no Uni­do y Holan­da por­que dicen que “pro­pa­gan el Coro­na­vi­rus”

En Ingla­te­rra un gru­po de acti­vis­tas que se con­vo­ca­ron a tra­vés de las redes socia­les y con apo­yo de los lla­ma­dos Influen­cers que­ma­ron ante­nas de la nue­va tec­no­lo­gía 5G. Se pro­du­jo cua­tro ata­ques en tan solo 24 horas con­tra esta­cio­nes de tele­fo­nía 5G del Rei­no Uni­do. Al pare­cer, el ori­gen de todo esto podría ser un gru­po de Face­book que empe­zó a apun­tar a las ante­nas 5G como cau­san­tes del coro­na­vi­rus, por­que Wuhan, el epi­cen­tro de la epi­de­mia Covid-19, era la pri­me­ra ciu­dad 5G del mun­do.

Reuters con­sul­tó a des­ta­ca­dos cien­tí­fi­cos sobre los peli­gros a la salud de la tec­no­lo­gía 5G . “Eric van Ron­gen, pre­si­den­te de La Comi­sión Inter­na­cio­nal sobre Pro­tec­ción Fren­te a Radia­cio­nes No Ioni­zan­tes (ICNIRP, por su sigla en inglés), dijo en un video que no hay evi­den­cia de que los cam­pos elec­tro­mag­né­ti­cos cau­sen efec­tos en la salud como el cán­cer, la elec­tro hiper­sen­si­bi­li­dad, la infer­ti­li­dad o algu­na otra cosa”.

Mar­vin C. Zis­kin, pro­fe­sor emé­ri­to de Radio­lo­gía y Físi­ca Médi­ca, dijo que no hay fun­da­men­tos para espe­rar que la red 5G pro­vo­que con­di­cio­nes adver­sas de salud, siem­pre y cuan­do se res­pe­ten los lími­tes de expo­si­ción.

Chi­na con­tro­la la mayo­ría de las paten­tes de la tec­no­lo­gía 5G

De acuer­do con datos de la con­sul­to­ra ale­ma­na IPly­tics, Hua­wei, Chi­na, tie­ne más paten­tes de 5G que cual­quier otra empre­sa en el mun­do (en abril abar­ca­ba más del 15% del total). Ha desa­rro­lla­do paten­tes, lle­va­do a cabo prue­bas, com­ple­ta­do la pri­me­ra lla­ma­da 5G del mun­do (en febre­ro del año pasa­do, con ayu­da de Voda­fo­ne), lan­za­do el pri­mer chip inte­gral para esta­cio­nes-base 5G (las ins­ta­la­cio­nes que per­mi­ten su comu­ni­ca­ción) y crea­do un ter­mi­nal que lo sopor­ta (fuen­te BBC).

Las empre­sas chi­nas siguen a la cabe­za con cer­ca del 34% de las paten­tes, segui­das por Corea del Sur (24%), muy atrás van Esta­dos Uni­dos y Fin­lan­dia, con un 14% cada uno (fuen­te BBC).

El nave­gan­te vir­tual

En mi via­je hice la vuel­ta al mun­do vir­tual y des­cu­brí otro uni­ver­so en pleno siglo XXI. Nave­gué en un océano de nue­vos cono­ci­mien­tos cien­tí­fi­cos y tec­no­ló­gi­cos. En medio del coro­na­vi­rus se ace­le­ró el des­pe­gue de la pan­de­mia digi­tal 5G en el mun­do. Es un sal­to tec­no­ló­gi­co que da la huma­ni­dad a otra era. Es una nue­va revo­lu­ción indus­trial y comu­ni­ca­cio­nal, que trae con­si­go un giro en la geo­po­lí­ti­ca mun­dial. Este esce­na­rio podría poner fin a la hege­mo­nía de Esta­dos Uni­dos y la Unión Euro­pea. Esta épo­ca de gran­des cam­bios tec­no­ló­gi­cos, eco­nó­mi­cos, polí­ti­cos y comu­ni­ca­cio­na­les, cli­má­ti­cos, defi­ni­rá la nue­va poten­cia mun­dial y mar­ca­rá el futu­ro de la civi­li­za­ción, por una nue­va esca­la­da en la gue­rra fría entre Esta­dos Uni­dos y Chi­na.


Fuentes