“El Rey Prófugo de Portugal”: una ficción histórica sobre los monarcas de Brasil

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Encabezado de
Pintura: "Dom João, príncipe regente, inspeccionando tropas en Azambuja," por Domingos Sequeira (1803)

El pró­xi­mo 17 de mar­zo a las 20, el autor Ale­jan­dro Bovino Maciel, cola­bo­ra­dor recu­rren­te de Misio­nes Cul­tu­ral, pre­sen­ta­rá en la Feria del Libro Cha­cú-Gua­ra­ní­ti­ca su libro El Rey Pró­fu­go de Por­tu­gal, una nove­la de fic­ción his­tó­ri­ca que se toma liber­ta­des crea­ti­vas alre­de­dor de hechos his­tó­ri­cos suce­di­dos en la épo­ca de Napo­león y la fun­da­ción del Rei­no de Bra­sil. La pre­sen­ta­ción del libro, que será publi­ca­do por Libe­ría de la Paz Edi­cio­nes, ten­drá lugar en el Domo del Cen­te­na­rio en la ciu­dad de Resis­ten­cia, Cha­co. Bovino Maciel tam­bién habla­rá un poco sobre otra de sus obras veni­de­ras, Los Sue­ños de la Eter­ni­dad, un libro de ensa­yos filo­só­fi­cos sobre el cris­tia­nis­mo pro­lo­ga­do por el pro­fe­sor israe­lí Oded Bala­ban, titu­lar de Filo­so­fía en la Uni­ver­si­dad de Hai­fa. “Todo en 30 minu­tos,” acla­ra el escri­tor. “Por­que lo bueno, si bre­ve, dos veces bueno, como dijo Bal­ta­sar Gra­cián.”

Sinopsis de El Rey Prófugo de Portugal

En 1807 el impe­rio expan­sio­nis­ta de Napo­león Bona­par­te nece­si­ta­ba impe­rio­sa­men­te inva­dir Por­tu­gal para blo­quear defi­ni­ti­va­men­te a su enemi­ga jura­da, que era Ingla­te­rra. Ante el avan­ce de las tro­pas, la fami­lia real lusi­ta­na se embar­ca con todas las aca­de­mias, monas­te­rios, ejér­ci­tos, cor­te, y has­ta en la Real Biblio­te­ca en cua­ren­ta naves rum­bo a su colo­nia de Bra­sil. Al lle­gar a Río de Janei­ro, el regen­te Juan VI fun­da el Rei­no de Bra­sil y Algar­bes en enero de 1808. Nacía así la pri­me­ra capi­tal y metró­po­lis de Suda­mé­ri­ca.

En este via­je fabu­lo­so de todo un gobierno y sus ins­ti­tu­cio­nes para fun­dar el nue­vo Bra­sil cru­zó tam­bién todo el siglo XVIII, con sus ideas que pug­na­ban entre la monar­quía y el incen­dio que fue para Euro­pa la Revo­lu­ción Fran­ce­sa. La rei­na María I enlo­que­ce en medio del via­je y asu­me como regen­te su hijo Juan VI. En medio de la tra­ve­sía suce­den pro­di­gios: dos sia­me­sas pega­das por las espal­das pre­di­cen una el pasa­do y otra el futu­ro. Una emba­ra­za­da mue­re de una extra­ña enfer­me­dad y la autop­sia reve­la que el feto tam­bién esta­ba pre­ña­do, y este nue­vo feto, car­ga­ba otro embrión. Los mari­ne­ros, borra­chos, fes­te­jan la noche de San Juan y pes­can una sire­na en alta mar. Una epi­de­mia de furia sexual arre­me­te en una de las naves de los cor­te­sa­nos. El rey comi­sio­na a la prio­ra de las mon­jas obla­tas una misión puni­ti­va para cas­ti­gar los exce­sos sexua­les que lle­gan a la ofen­sa de la comi­ti­va. El chef se tra­vis­te en las noches y luce como una mar­que­sa. Un asis­ten­te del rey acu­sa a una de las damas de cau­sar­le impo­ten­cia por medio de hechi­ce­rías. Los aca­dé­mi­cos, en la bode­ga de la nave real, dis­cu­ten si la His­to­ria es o no es una cien­cia. El maes­tro de la Aca­de­mia de Músi­ca pre­pa­ra el estreno de una ópe­ra a bor­do que se titu­la El Rey Pró­fu­go. La iro­nía y el humor rodean cada momen­to de la obra hacien­do que el lec­tor, al mis­mo tiem­po que se indu­ce a pen­sar, son­ríe ante los des­va­ríos del pasa­do no tan lejano. Así nace el Bra­sil como rei­no y des­pués, como impe­rio.

Más infor­ma­ción sobre “El Rey Pró­fu­go de Por­tu­gal” y “Los Sue­ños de la Eter­ni­dad” pue­de encon­trar­se en la pági­na ofi­cial del autor.