Imran Khan fue primer ministro de Pakistán desde 2018 hasta ser expulsado del puesto en 2022 por reportes de “fraude masivo” impulsados por el que, en ese entonces, era el partido opositor. Después de ser expulsado, sufrió un intento de asesinato que lo dejó herido, pero aún así siguió expresando públicamente su desacuerdo con las decisiones que llevaron a su expulsión y su voluntad de volver al puesto. El pasado martes, sin embargo, las fuerzas de seguridad del país se presentaron en su casa con una aparente orden de arresto fundamentada por supuestas maniobras de corrupción durante su breve gobierno. Khan llamó a que sus seguidores “ocupen las calles,” y así sucedió en varias partes del país. La situación es delicada y todavía está en desarrollo.