Varios medios reportaron hace días una curiosa “lluvia de gusanos” en China que hasta obligó — dice que — a que muchos ciudadanos usen paraguas. En realidad, según trascendió, no se trataban de gusanos sino de flores de álamo, bastante comunes en esa zona del país en esta época del año. A pesar de que algunos medios se hicieron eco de la verdadera razón (aunque, en su mayoría, llamándola una “teoría” y enterrándolas dentro de los artículos) el New York Post publicó la historia ayer mismo y siguió entreteniendo la idea de que eran gusanos.