El estado estadounidense de Arkansas fue noticia esta semana después de que su gobernadora, la republicana Sarah Huckabee Sanders, que anteriormente se desempeñó como vocera de Donald Trump durante su presidencia, firmara una ley que indicaba que ya no sería necesario un control estatal para verificar que empleados menores de edad sean mayores a 16 años, el límite impuesto en Arkansas. Desde el bando de Sanders se justificaron diciendo que el control estatal era un “impedimento para los padres” que deseaban que sus hijos trabajen, aunque aclarando que “todas las leyes de trabajo infantil que protegen a los niños seguirán siendo aplicadas.”