La ciudad de East Palestine, en el estado estadounidense de Ohio, fue el blanco de una tragedia cuando el pasado 5 de marzo un tren que transportaba abundante material tóxico se descarriló y provocó un desastre ambiental con una gravedad que se profundiza cada día. La principal preocupación es la calidad del aire respirable por los habitantes de la zona, y también las posibles enfermedades que los materiales tóxicos puedan causarles. De acuerdo con un reciente análisis, el suelo de East Palestine contiene niveles de dioxina — un contaminante orgánico — cientos de veces más altos que los que se cree causan cáncer. Sin embargo, y a pesar de ser así, estos niveles se encuentran por debajo de lo requerido por el gobierno federal de Estados Unidos para ordenar una intervención relacionada, por lo que no se tomaron todavía acciones significativas. Pero algunos especialistas se adelantaron y ya mostraron sus preocupaciones, mientras los habitantes están exhibiendo cada vez más síntomas y preguntándose sobre la poca claridad de la investigación y qué posible ayuda podrían recibir.