Debilidades

1
60

Él siem­pre fue un poco raro, espe­cial- dijo la mamá- nació sie­te­me­sino, pare­cía una lar­va, no tenía cabe­llo y res­pi­ra­ba hacien­do rui­do. De todos modos, eso es acep­ta­ble. Un día comen­za­mos a sos­pe­char que comía papel. Pre­fe­ría los más eco­nó­mi­cos, ya sea papel higié­ni­co, ser­vi­lle­tas y tenía debi­li­dad por los pañue­los men­to­la­dos. Cuan­do empe­zó con las cajas de car­tón creí­mos que era acer­ta­do bus­car ayu­da. Las sesio­nes le sir­vie­ron para bajar el con­su­mo y con el paso de los meses creí­mos que el hábi­to había des­apa­re­ci­do, que se había cura­do.
Se acer­ca­ba el día de su cum­plea­ños y deci­di­mos soli­ci­tar que los rega­los fue­ran entre­ga­dos en bol­sas de plás­ti­co. Sur­gie­ron pre­gun­tas, pero no dimos expli­ca­cio­nes. No nos enten­de­rían. El pedi­do se cum­plió y el fes­te­jo trans­cu­rrió en paz entre ser­vi­lle­tas de tela. Cer­ca de las 20 horas, él des­apa­re­ció. Lo bus­ca­mos en el baño, cono­cien­do sus pre­fe­ren­cias por aquel papel que no podía­mos sus­ti­tuir. No esta­ba. Reco­rri­mos la casa y no apa­re­cía. Des­de la vere­da se escu­chó un gri­to ate­rra­dor. Su cuer­po des­can­sa­ba al lado del buzón. Dos sobres abier­tos se veían sobre su vien­tre. Nos acer­ca­mos y un frag­men­to de papel tras­lu­ci­do salía de su boca. Se tra­ta­ba de una hoja de la Biblia. En ella se leía: “y cono­ce­réis la ver­dad, y la ver­dad os hará libres”

Artículo anteriorEstímulo
Artículo siguiente“Rosita ‚ya son las cuatro y media”
Nacida en Presidencia Roque Sáenz Peña, Chaco estudió el Profesorado en Letras en la Universidad Nacional de Misiones. Actualmente, ejerce como docente de nivel medio y superior tanto en Posadas como en el interior de la provincia. Es Licenciada en Letras y Magister en Semiótica Discursiva. Asimismo, trabajó como investigadora en el área de literatura regional en el equipo dirigido por la Mg. Silvia Zink y continúa participando en el grupo que actualmente coordina el Mg. Javier Figueroa.