
Artículo escrito por Marcelo De Lisio
Pensar la posibilidad, en la actualidad, de volver a una época en que las mujeres pierden uno a uno sus derechos para caer en una situación semejante a la esclavitud puede sonar imposible. Especular, incluso, dicho escenario en una época signada por grandes conquistas en la emancipación de la mujer con respecto al hombre, puede parecer fruto de una extraña combinación de fantasía, ingenuidad y desconocimiento de casi un siglo y medio de Historia.
Sin embargo cuando vemos como un día cualquiera June y todas las mujeres de Norteamérica pierden sucesivamente sus trabajos, sus cuentas bancarias, sus propiedades, hasta sus nombres (todas comienzan a ser llamadas a través de un compuesto que indica de quien es propiedad. June pasa a ser conocida como “de Fred”, Fred es el nombre propio del comandante que la posee), nos corre un escalofrío por la espalda.
¿Existe una remota, una infinitésima posibilidad de que esto suceda en el mundo moderno en el que vivimos? No deja de parecer inverosímil todo el asunto al notar que el feminismo es hoy uno de los movimientos sociales más grandes del mundo. Pese a las dificultades y obstáculos frente a la igualdad entre hombres y mujeres, nada parece que vaya a interponerse en el camino por el reconocimiento de sus derechos. Sin embargo, cuando vemos este mundo (llamado República de Gilead) ultrareligioso, machista, hiperautoritario, oscurantista, en el que las mujeres ya no son mujeres, sino criadas; objetos, cuyo único valor está en sus ovarios (las pocas que tienen la suerte de ser fértiles), nos vuelve a recorrer el escalofrío.
El cuento de la criada (The Handmaid’s Tale, 1985) es una narración de ciencia ficción distópica y feminista, de la escritora canadiense Margaret Atwood. Ha tenido diversas adaptaciones al cine y la TV. La última de ellas es la serie de diez capítulos protagonizada por Elisabeth Moss que ha tenido una gran repercusión a nivel mundial.
¿Cómo sería (retro)ceder a un mundo sin derechos para las mujeres? Aclaremos antes que esto es ciencia ficción. Pero la pregunta tan ridícula al principio, nos inquieta sobremanera al minuto de comenzar a ver la serie “Handmaid’s Tale” (“El cuento de la criada”). Lo vimos muchas veces a lo largo de la Historia de la Humanidad. Este mundo moderno y racional puede retroceder y ceder al peor de los mundos imaginados; no de golpe, sino paulatinamente.
No puedo evitar pensar que todos los días corremos el peligro de hacerlo: ¿Cuántas veces cedemos a las supuestas “verdades naturales” solo porque (creemos) no nos afectan personalmente? En tiempos de grandes debates de género, “El cuento de la criada” contiene una advertencia. Ceder a un mundo con menos derechos para las mujeres, es retroceder a un lugar cruel, frío y triste, del cual no sabríamos como salir.