Por Rubén Darío Motta
En una hermosa y pacífica aldea, muy cerca de una gran ciudad, el lugar era de ensueños, donde el cielo celeste se confundía con el río y el verde de la vegetación le daba frescura al paisaje, sólo se escuchaba el trinar de las aves, vivía un hombre solitario que tenía un gran don… El de dibujar hermosos paisajes, retratos humanos que el imaginaba, retrato de animales que paseaban por el monte, en realidad era una gran maestro en obras de arte pintadas, era una persona multifacética, nunca estudió con grandes maestros. Nunca tuvo la oportunidad de conocer a personajes como Rembrandt o Quinquela Martín, y tampoco nunca se preguntó cómo fue que le surgió este don. Un día nada más comenzó a dibujar y pintar. Tenía algo particular, casi místico, pintaba sus cuadros de gris y negro, los trazos eran perfectos, su lápiz lo manejaba con mucha precisión.
Un día llegó un caminante a su casa, y pidió un poco de agua, mientras fue a buscar el agua que le pidió el caminante, éste ve los maravillosos dibujos del hombre, pero le llamó la atención el uso de solo dos colores en ellos: el gris y el negro, sabiendo que había infinidad de colores para aplicar a tan bello paisaje que tenía a su alrededor, era una gama extensa de colores entre la vegetación, el agua, los animales, etc…
Asombrado el caminante, le pregunta a este extraordinario artista el porqué del uso de estos dos colores nada más, y el pintor le contestó:
“nunca fui más allá de estos colores, porque tenía miedo que perdiera la belleza del dibujo”…
El caminante le contestó: “Al contrario, los colores les darían la belleza, resplandor y fuerza a sus paisajes”…
Salió de su casa un poco desilusionado. Mientras se perdía la figura de la casa, entre el verde de la vegetación y el azul del río, las aves le ponían música a aquel paraíso de ensueño y se resistía a alejarse de ese lugar. La realidad a veces cansa, se torna rutina y ese paisaje le mantenía dinámico, a tal punto que reflexionó y dijo asi es la vida de muchas personas tienen grande dones, un gran sueño dentro suyo y no se animan ir más lejos .Se quedan en la rutina en lo mismo de siempre en lo negro y gris sabiendo que hay otros colores vivos, impactante, alegre que da vida, calor interior y frescura a la mente .
Gente que no extiende su tienda, gente que no va unos kilómetros más, que no buscan más allá de su vista .Están enfrascados en sus problemas y dan vuelta alrededor de su problemas.
El negro y el gris representan la rutina el no mejorar, perfeccionar tus dones y habilidades.
El paisaje representa el sueño que Dios puso en vos, búscalo y llena de colores. Dale vida, Pasión, fuerza, no te quedes con lo que aprendiste andá por más.
Hay un cuento con una enseñanza.
Dos moscas cayeron en un vaso de leche, una de ella se dio por vencido inmediatamente diciendo voy a morir y así sucedió, mientras que la otra pensaba y decía habrá una salida , mientras buscaba la manera de salir tenía sus patas en movimiento velozmente y fue así que tanto fue el movimiento que la leche se transformó en manteca y pudo salir .
Buscá lo que te sirve en la vida, no te quedes en el fracaso de tu pasado, en lo que te equivocaste. Tu pasado caducó, no podés volver a ello.
Hay momento en la vida que tienes que ceder para ganar otras cosas más importantes. Hoy por hoy sucede en todos los ámbitos que no queremos ceder, muchas veces sin tener razón, todo esto sucede en nuestra vida cotidiana y ocurre muy a menudo en la vida conyugal.
Grande situaciones suceden el matrimonio, por no dar a veces un paso atrás para que el otro pueda pasar.
No imites moda actual. Hoy vivimos un tiempo excesivamente rápido, vemos pasar los días a gran velocidad, anda despacio toma las decisiones reflexivamente nunca tomes decisiones en caliente.
Detente a ver la naturaleza, el canto de los Pájaros, un atardecer usa todos tus sentidos a disfrutar de la creación.
Cuida el medio ambiente, que es una manera de vivir feliz y preservar la naturaleza para las generaciones futuras.