Un adiôs
una lâgrima
triste despedida.
Se rompiô el cristal
fragmentos luminosos
cada uno con su vida
No vuelvas
el tiempo
cura las heridas
Quiero recordar
tu rostro
y lo borrô el olvido
El cielo llora
camino solitaria
siento nostalgia
Cae una hoja
llueven de los ârboles
los almanaques.
Espanto sintiô
se mirô al espejo
el diablo sonriô.
Nunca he visto un colibrî muerto...
a mi jardîn vienen muchos;
Cuando la ancianidad les llega
¿Se irân derechito al cielo?
Me colguê de un sueño
superê el abismo,
despertê en la cuerda
haciendo malabarismos;
el ojo extraño
atisba desde el estrabismo
mi presencia absurda
en el espejo...de...su baño
Sacude el ârbol sus ramas,
caen
moribundas,otoñales hojas
alfombra rojiza,
como
cartas volando al viento.
Dias serenos,grises
con tardes de melancolîa,
olores a madera ardiendo
en emponchadas,largas noches:
otoño-invierno
crepitando en los fogones...
y esta absurda tristeza
que el alma me carcome.