El pasado 11 de marzo se reportó por primera vez la conclusión de una reunión diplomática entre Arabia Saudita e Irán mediada por China. No habiendo sido anunciada públicamente con anterioridad, el encuentro fue destacado por medios internacionales por significar un paso importante hacia la mejora de relaciones entre Arabia e Irán, dos países históricamente enemistados, y también, más generalmente, hacia la muy necesitada paz en una región plagada por las guerras y enfrentamientos eternos.