Una vida dedicada a la música regional: Entrevista a Cacho Bernal

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Cacho Bernal: Fotografía del músico tocando batería rodeado de un círculo amarillo.

Como uno de los músi­cos más repre­sen­ta­ti­vos de la región, Cacho Ber­nal es una pre­sen­cia bas­tan­te difí­cil de igno­rar – en el mejor de los sen­ti­dos. Con un cono­ci­mien­to musi­cal envi­dia­ble, su char­la con Café Azar, el con­duc­tor del pro­gra­ma de Cul­tu­ra en Movi­mien­to trans­mi­ti­do por Radio Liber­tad, le sir­vió como la opor­tu­ni­dad per­fec­ta para poder aden­trar­se en su visión sobre la evo­lu­ción de los géne­ros musi­ca­les regio­na­les y el equi­li­brio entre esta evo­lu­ción y la tra­di­ción musi­cal; una visión plas­ma­da aho­ra, en su mayo­ría, por el rol de Ber­nal en el trío que for­ma jun­to al “Chun­go” Roy y Fro­do Peral­ta, otros dos gran­des que con­fir­man el inne­ga­ble pode­río de la cul­tu­ra local. ¿Qué le depa­ra a él y a la músi­ca regio­nal en el futu­ro? Nadie lo sabe a cien­cia cier­ta, pero Ber­nal tie­ne una idea.

CACHO BERNAL: ¡Hola Café! Buen día.

CAFÉ AZAR: Buen día. Yo sé que es difí­cil, para un músi­co, hablar a esta hora.

BERNAL: Sí, bueno, pero hay que estar en movi­mien­to, y hoy es un día her­mo­so. Al lado de los calo­res que tenía­mos, la ver­dad que está her­mo­so.

AZAR: Corre un lin­do vien­to, una lin­da bri­sa.

BERNAL: Sí, her­mo­so. Es un día de Misio­nes agra­da­ble, pero con sol. Her­mo­so.

AZAR: Cacho, vos que sos músi­co hace muchos años – y hay como toda una mito­lo­gía sobre la vida del músi­co; se decía que los tan­gue­ros eran todos blan­cos de piel por­que solo vivían a la noche, que a la maña­na no exis­tían. ¿Vos sos de acos­tar­te tar­de? Mirá cómo comen­za­mos esta entre­vis­ta.

BERNAL: Lo que pasa es que yo ten­go como dos dis­que­tes en la cabe­za: el de arqui­tec­to y el de músi­co. El otro, el de arqui­tec­to, me hace ser más o menos “nor­mal.” A veces ten­go que levan­tar­me tem­prano. El gran pro­ble­ma que tene­mos los músi­cos, sí, y que yo lo ten­go tam­bién, es que no pue­do dor­mir tem­prano. Pare­ce que las cosas suce­den a la noche, en cuan­to a esto de la músi­ca, o al pen­sar en la músi­ca. Gene­ral­men­te pasan a la noche. No sé por qué es así.

AZAR: Cla­ro, el tema de tocar en los esce­na­rios, gene­ral­men­te, es noc­turno. Y enci­ma creo que debe haber algo – corre­gi­me si no es así – que tie­ne que ver con una cier­ta adre­na­li­na cuan­do uno toca un vivo o un show de la cual hay que bajar des­pués.

BERNAL: Pero ade­más, creo, la noche “tie­ne mis­te­rio,” como dice Ramón Aya­la, y tie­ne silen­cios que no exis­ten en el día. Creo yo. La noche tie­ne eso para lo que pien­sa en la músi­ca y en el arte en gene­ral, o en la expre­sión para no poner­nos tan finos. En cual­quier tipo de expre­sión – el que escri­be, el que pien­sa algo, o has­ta el que está gene­ran­do algún ali­men­to. Pero a la noche me pare­ce que suce­den esas cosas.

AZAR: Con­ta­nos un poqui­to sobre este trío que hace rato vie­ne tra­ba­jan­do. Creo que ya habla­mos sobre eso, sobre el Pro­yec­to Gua­lam­bao, y la gra­ba­ción de un mate­rial dedi­ca­do exclu­si­va­men­te al Gua­lam­bao. Esta­ba aho­ra hacien­do un rac­con­to de todos los entre­vis­ta­dos del año y sos uno de los pocos que repe­ti­mos.

BERNAL: Gra­cias. Por noso­tros, no por la gen­te (risas).

AZAR: Siem­pre es un gus­to char­lar con vos, Cacho. Pero con­ta­nos cómo sur­ge este trío Roy-Ber­nal-Peral­ta.

BERNAL: Está­ba­mos pen­sán­do­lo antes de la pan­de­mia, o al ini­cio. Se dio pri­me­ro como un home­na­je a Ama­don Novoa, un encuen­tro con el con­cep­to del órgano incor­po­ra­do a la músi­ca argen­ti­na y lito­ral. Como refe­ren­cia ante­rior, de hace muchos años, esta­ba Los Tare­fe­ros – era como un hilo con­duc­tor des­de ahí, por la sono­ri­dad.

Eso suce­dió en 2019, más o menos, y de ahí segui­mos tocan­do cuan­do pudi­mos, por­que cada uno tie­ne varios pro­yec­tos y via­jes. El Chun­go y Fro­do tam­bién hacen tra­ba­jo de a uno o dos meses. A veces se van a tra­ba­jar a un bar­co y ahí yo los pier­do, y cuan­do vuel­ven segui­mos. Así es la vida de los músi­cos, entre el tra­ba­jo, tra­ba­jo, y tra­ba­jo. El pro­yec­to es una rela­ción de músi­ca que cree­mos que se debe hacer en este momen­to de la vida de cada uno.

AZAR: Vos hicis­te una tra­yec­to­ria que fue des­de aquel Cla­ve de Hoy, con músi­ca que es difí­cil de defi­nir has­ta el día de hoy, por­que era una bús­que­da crea­ti­va muy fuer­te que has­ta gene­ró un len­gua­je, por más que hubie­ra influen­cias que ali­men­ta­ran la esté­ti­ca del gru­po, y ahí ya des­pués un vue­lo hacia una recu­pe­ra­ción del acer­vo de la músi­ca popu­lar regio­nal.

BERNAL: Sabés cómo fue cro­no­ló­gi­ca­men­te la bús­que­da, por­que creo que siem­pre hay una bús­que­da. En el tiem­po de Cla­ve de Hoy, había una bús­que­da de una sono­ri­dad jazz-rock con tin­tes loca­les y músi­ca acús­ti­ca, que ya era como un esbo­zo de lo que uno iba a hacer des­pués, ahon­dar más en lo que tie­ne que ver con las raí­ces. Uno toca como habla, y de ahí apa­re­ce que uno debe­ría acer­car­se más a la músi­ca que repre­sen­ta más a nues­tro pai­sa­je, a nues­tra for­ma de vida. Todo esto, por lo menos a mí, me pasó yen­do a vivir al Cha­co en los años ‘80. Ahí es cuan­do me cayó la ficha de que ten­dría que apren­der a tocar cha­ma­mé, ras­gui­do doble, pol­cas, y ahí me fui a la cola de todos estos vie­jos músi­cos para que, cuan­do me per­mi­tían, pue­da meter algu­nos boca­dos. Estoy hablan­do de los ’80, y has­ta hoy segui­mos bus­can­do, por­que para mí lo más her­mo­so que tie­ne la músi­ca – y para el Chun­go y Fro­do tam­bién, por eso toca­mos jun­tos – es esto de ir des­cu­brién­do­la y bus­can­do. Uno va a bus­car has­ta que se mue­ra, por­que si uno cree que encon­tró se ter­mi­nó. Eso es, por lo menos, lo que pen­sa­mos.

En este trío, con­cre­ta­men­te, toca­mos con ins­tru­men­tos que mane­ja­mos hace muchos años, pero con sono­ri­da­des mucho más eléc­tri­cas y elec­tró­ni­cas, no tan acús­ti­cas como yo siem­pre hice en estos últi­mos vein­te años. Es abor­dar géne­ros que tie­nen que ver con eso que decía, con nues­tra for­ma de hablar, con nues­tro entorno, con lo que es Misio­nes, con lo que es este mbo­ye­ré cul­tu­ral, con lo que es Para­guay, Bra­sil, y Corrien­tes.

Toda esa mez­cla es lo que se pue­de escu­char en el trío, siem­pre res­pe­tan­do los géne­ros. No por­que yo esté tocan­do bate­ría voy a estar tocan­do pop, o una pol­ca con un cri­te­rio pop o rock. Res­pe­to a quien eli­ge eso, pero en nues­tro caso inten­ta­mos res­pe­tar el géne­ro y los ges­tos, todo lo que tie­ne que ver con nues­tra músi­ca, pero – obvia­men­te – con los recur­sos de las músi­cas que siem­pre toca­mos, como el jazz o la músi­ca bra­si­le­ña. Todos esos recur­sos son uti­li­za­dos acá, en esta for­ma­ción.

No sé si soy cla­ro.

AZAR: Sí, sí. Una cosa que tie­ne que ver con la per­cu­sión en la músi­ca regio­nal, que yo sé que la estu­dias­te y la pen­sas­te mucho. Por ahí en el Gua­lam­bao está más mar­ca­do, y vis­te que hay gru­pos de cha­ma­mé que no quie­ren saber nada con la per­cu­sión. ¿Cómo vos encon­tras­te esa veta, esa posi­bi­li­dad de incor­po­rar esta per­cu­sión – que, como bien mar­cas­te, es más acús­ti­ca – den­tro de lo que son los géne­ros musi­ca­les de la región?

BERNAL: Sería muy lar­go de hablar, pero sin­té­ti­ca­men­te toda la músi­ca lati­no­ame­ri­ca­na gene­ral­men­te tie­ne una rít­mi­ca que la baña toda. Des­de allá arri­ba, tocan­do joro­po en la músi­ca afro­pe­rua­na, has­ta en la músi­ca del noroes­te de nues­tro país. Lo que hace que se dife­ren­cien los ins­tru­men­tos y la per­cu­sión son las acen­tua­cio­nes – los soni­dos gra­ves y agu­dos que hacen que todo sue­ne cha­ca­re­ro­so.

Si tocás cha­ma­mé y lo tocás como una cha­ca­re­ra, o tocás un joro­po peruano y lo tocás de la mis­ma for­ma, eso no está bien, por­que no es la for­ma de dia­lo­gar que tie­nen cada uno de esos sec­to­res. El acen­to es lo más rico que tie­nen. Las acen­tua­cio­nes son como la for­ma de hablar.

AZAR: Es la tona­da o sota­que, como dicen los bra­si­le­ros.

BERNAL: Es el sota­que, cla­ro. Yo hablo con la elle, y nun­ca dejé de hablar con la elle. Todos los músi­cos con los que toco, en Bue­nos Aires, Entre Ríos, o San­ta Fe, me dicen “el para­gua­yo,” por­que hablo con la elle. Eso no es menor, por­que uno toca el cha­ma­mé como cha­ma­mé, no como cha­ca­re­ra. Para un per­cu­sio­nis­ta intere­sa­do, sería más fino comen­tar sobre don­de están las situa­cio­nes, pero no con­ven­dría hablar de eso aho­ra, por­que la gen­te se va a abu­rrir.

AZAR: No, no creas. Es muy intere­san­te por­que el tema es intere­san­te. Ha habi­do, en lo que es la músi­ca de la región, varias for­mas de enca­rar­lo, de pen­sar­lo, y de tra­ba­jar­lo, y algu­nas fue­ron muy popu­la­res. Se me ocu­rren los salon­ci­tos, por ejem­plo. Y por ahí está bueno refle­xio­nar tam­bién sobre esto, sobre cómo se incor­po­ra un ins­tru­men­to que, de ini­cio, no esta­ba. ¿O sí?

BERNAL: Yo toco hace vein­te años con (Raúl) Bar­bo­za. No sé si te con­té esta anéc­do­ta o no, pero hace diez años una vez está­ba­mos tocan­do en el Fes­ti­val del Cha­ma­mé y a él lo con­tra­ta­ron para tocar en el Fes­ti­val del Mbu­ru­cu­yá de Corrien­tes. Le lla­ma uno de los orga­ni­za­do­res y le pre­gun­ta si es que va a ir a tocar con “esa per­cu­sión afri­ca­na” que tie­ne, por­que “ahí no se toca con per­cu­sión.” Enton­ces Raúl le dijo que le agra­de­cía la invi­ta­ción pero que él no iba a ir a tocar, por­que esa era su for­ma de expre­sar el cha­ma­mé. Eso exis­tió hace diez años, y de noso­tros que vini­mos tra­tan­do de res­pe­tar el géne­ro.

Entien­do – hay un 80%, tal vez menos por­que se divul­gó un poco más –, pero se tra­ta de res­pe­tar los géne­ros, de con­ser­var­los, y de no inva­dir­los, lo que no quie­re decir ser obtu­so y decir que un cha­ma­mé no se pue­de tocar, no sé, con acor­des dis­tin­tos a los que esta­ban com­pues­tos. El ejem­plo de eso son, para mí, Rudy y Nini Flo­res, que incor­po­ra­ron en el cha­ma­mé un mon­tón de ele­men­tos que has­ta tie­nen que ver con la músi­ca eru­di­ta. Uno ni se da cuen­ta, pero tie­ne un tra­ba­jo impre­sio­nan­te y nun­ca dejó de ser cha­ma­mé.

AZAR: Ade­más reco­no­ci­do (como cha­ma­mé) por los pro­pios.

BERNAL: Cla­ro, cla­ro, pero corrién­do­se de lo tra­di­cio­nal. Sería lar­go, por­que es intere­san­te ade­más.

AZAR: A mí me pare­ce intere­san­te y creo que está bueno que se abra, por lo menos, el deba­te y la dis­cu­sión.

BERNAL: Sí, y ade­más – muy loco – esa vez que toca­mos con el trío en el Fes­ti­val del Lito­ral – esto es un comen­ta­rio, una anéc­do­ta – Raúl Bar­bo­za lo vio des­de París y me envió un WhatsApp muy lar­go dicien­do que le había gus­ta­do mucho. A él, que dice que no le gus­ta mucho la músi­ca elec­tró­ni­ca. Y eso fue una ale­gría tam­bién.

AZAR: (Risas) Qué bueno. Cacho, muchí­si­mas gra­cias por la entre­vis­ta.

BERNAL: Café, es una ale­gría hablar con vos, por­que vos sabés de qué se tra­ta todo. No solo sobre esto, sobre la músi­ca, y es mucho más agra­da­ble hablar así. Te agra­dez­co mucho.

AZAR: Gra­cias, Cacho. Un abra­zo.

Esta entre­vis­ta fue rea­li­za­da ori­gi­nal­men­te en el pro­gra­ma “Cul­tu­ra en Movi­mien­to” de Radio Liber­tad. Pro­duc­to­ra de “Cul­tu­ra en Movi­mien­to”: Meli­sa Gómez Galeano. Ope­ra­ción Téc­ni­ca de Radio Liber­tad: Héc­tor Komi­sars­ki. Seguí a “Cul­tu­ra en Movi­mien­to” en Ins­ta­gram.